• Las criptomonedas ofrecen una tecnología segura, pero su complejidad junto con el uso que se le ha dado genera dudas en gran parte del mercado monetario.

Pese a que el Bitcoin ha alcanzado notoriedad pública, el mundo de las criptomonedas siempre ha estado cubierto por un manto nebuloso, debido a la incertidumbre que existe sobre su origen y por la complejidad técnica que tienen.
Esto llega a tal punto, que Raymond Colle (2018) afirma que es imposible explicar de manera correcta el funcionamiento de las criptomonedas sin recurrir a simplificaciones burdas, que harían que cualquier experto en el tema se horrorizara.
El 2008 Satoshi Nakamato publicó un artículo en la lista de correo Metzdowd.com en el que describía con lujo de detalles un sistema de dinero digital, descentralizado y libre de regulaciones, que funcionaba bajo un sistema P2P (Peer to Peer), al igual que Napster u otras aplicaciones similares (Colle, 2018).
Lo cierto es que no existe información de si Nakamoto es una persona real o un pseudónimo, detrás del cual se esconde una persona o un grupo. Dada la complejidad técnica de la programación del Bitcoin y la robustez que tiene su código, lo más probable es que en su desarrollo interviniera un gran número de programadores.
Tal como lo señala Tapscott (2016) las criptomonedas son un sistema financiero paralelo, que funciona libre de cualquier tipo de regulación generada por cualquier Estado o banco central. De acuerdo a este autor norteamericano, las criptomonedas representarían la lógica original de Internet que propugnaba una forma de funcionamiento colaborativa y la carencia de cualquier tipo de cualquier nodo central, que ejerciera control sobre la red.
Colle (2018), Tapscott (2016) y otros expertos recurren a numerosas analogías para explicar el funcionamiento de las criptomonedas y es por eso que utilizaremos la misma estrategia. Desde que el patrón de la conversión en oro fue abolido a inicios del siglo XX por la mayor parte de las economías occidentales, la moneda ha vivido un proceso de virtualización.
Es común que un trabajador reciba su sueldo y realice compras durante el mes, sin utilizar dinero real (billetes y monedas). Su empleador le deposita un monto a través de la una transferencia electrónica, por lo que el dinero físico nunca pasa por su cuenta corriente. De la misma forma, el trabajador puede comprar con tarjeta de débito y crédito todo tipo de productos y servicios con el llamado dinero plástico.
El problema que tiene este sistema, es que si un hacker o pirata informático quiebra el sistema puede transferirse el dinero a una cuenta propia y determinar quién fue y a dónde fue a parar, es muy complicado, debido a que el dinero no deja una huella física. Ignoramos si los pesos, dólares o euros con los que nos pagan el sueldo cada mes, fueron utilizados previamente para comprar un helado, autos o drogas.
Con las criptomonedas sucede todo lo contrario. En todo momento es posible rastrear la historia de un bitcoin específico y saber a quién pertenece en cada momento, gracias a que las criptomonedas se basan en dos conceptos básicos: la cadena de bloques (blockchain) y el minado.
Supongamos que vamos a comprar un automóvil por Internet y que como forma de pago vamos a enviar un email en donde comprometemos el envío de diez millones de pesos. Supongamos que el vendedor toma este email como pago y realiza la transferencia del vehículo.
De forma paralela, el comprador puede enviar el email a otra automotora y comprometer el pago de los diez millones de pesos. Con las criptomonedas este tipo de estafas es imposible de realizar, debido al uso de la tecnología conocida como cadena de bloques o blockchain.
Colle (2016) explica que “el blockchain es como un libro mayor contable (ledger)” que registra cada una de las transacciones que se realizaron con ese bitcoin específico. Si se hubiera utilizado bitcoins en el ejemplo anterior, hubiera sido imposible realizar una estafa, porque la cadena de bloques hubiera señalado que ese dinero se ocupó para comprar un auto y que está en posesión de tal automotora.
La idea básica es que cada transacción quede registrada en un bloque nuevo, que se añade a los anteriores, por lo que es posible saber toda la historia. Si alguien intenta alterar este registro histórico, la cadena de bloques se inhabilita, por lo que en la actualidad es casi imposible vulnerar este tipo de tecnología.

Minería

Al igual que en el mundo real, cada transacción necesita de un ministro de fe, que autentifique la transacción. Estos notarios cibernéticos son los llamados mineros de criptomonedas. Un minero es una persona o entidad que pone a disposición de la red P2P (Peer to Peer) servidores que autentifiquen la transacción, escriban el nuevo bloque y comuniquen esta información al resto de la comunidad.
Cada vez que hay una transacción, los mineros compiten entre sí para ver quién es el primero en realizar la autentificación. Y a cambio de sus servicios, cada minero recibe una recompensa por cada transacción que autentifica.
Cabe señalar que una vez que cumplen ese cometido, la cadena de bloque que escriben funcionan como la oficial, la cual es enviada a toda la red debido a que funcionan bajo la lógica P2P. De esa forma se evita cualquier tipo de duplicación y, por lo tanto, de duda de a quién pertenece la criptomoneda.
El sistema funciona porque los mineros están dispersos alrededor del mundo y en cada computador que forma parte de la red, está toda la información “oficial”. Por lo tanto, de esa manera la red se protege de los ataques de hackers, porque tendrían que modificar de manera simultánea una cadena de bloques en todas las máquinas que conforman la red.
El principal problema que tiene el sistema financiero actual, es que la información está altamente centralizada. La información de cuánto dinero tenemos en la cuenta corriente, está almacenada en el servidor central del banco y ocasionalmente, en algún tipo de respaldo físico. En ese caso, el hacker sólo tiene que atacar un servidor para vaciar nuestra cuenta corriente y traspasar los fondos. Y además tiene la ventaja que el dinero de los sistemas financieros oficiales no posee una cadena de datos que señale cual es toda su historia, por lo que en la práctica es muy difícil de ser rastreado.

Los problemas de las criptomonedas

De acuerdo a reportajes de BBC Mundo el bitcoin ha reemplazado al oro como medida de protección frente a procesos inflacionarios, que devalúan el dinero “físico” o “real”. Eso se debería al hecho de que las criptomonedas están libres de cualquier tipo de regulación por parte de los estados y quedan fuera de su control.
Siempre queda la posibilidad de que un gobierno confisque por la fuerza el oro que una persona tiene almacenado. Al contrario, si el Estado requisa o apaga todos los servidores que están en su territorio, la red de la criptomoneda sigue funcionando y tampoco será capaz de alterar la cadena de bloques, para apropiarse del dinero.
Las criptomonedas son ideales para aquellas personas que quieren evitar “corralitos” como los decretados por el gobierno argentino en el 2001. Pueden poner su dinero en una red que está fuera del control del Estado.
Por esta misma razón, las criptomonedas son altamente utilizadas en la web profunda para todo tipo de ilícitos. Cabe recordar, que el hermano de Pablo Escobar Gaviria, lanzó el año pasado su propia criptomoneda, el Diet Bitcoin (DDX).
El principal problema que tienen las criptomonedas es que el proceso de minado es complicado y largo, por lo que no es apropiado para transacciones cotidianas, ya que puede durar horas. Además, el uso que ha tenido por parte de entes ligados a la web profunda y el narcotráfico, sumado a lo oscuro de sus orígenes, han creado un manto de dudas respecto a su uso masivo por parte de personas comunes y corrientes.

Dr. Oscar Jaramillo Castro.
Académico Investigador
Escuela de Periodismo
Universidad Finis Terrae

Artículo publicado en Observatorio de Asuntos Internacionales, de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad Finis Terrae.

Referencias bibliográficas:

Colle, Raymond (2018) Blockchain para periodistas y medios de comunicación. Santiago: INCOM.
Tapscott, Don & Tapscott, Alex (2016) Blockchain revolution. New York: Penguin Random House.

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