• Compartir con los amigos lo que están haciendo en el momento en forma instantánea, pero con privacidad, es lo que ha convertido a este tipo de redes sociales en populares entre los jóvenes de entre 16 a 19 años.  

Tania Herrera
Hace más de tres meses que Salvador Balbontín (12) no revisa su perfil de Facebook. Lo encuentra “aburrido” y “lento”. Una de las redes sociales que más está captando su tiempo libre es Snapchat, donde casi todos los días comparte mensajes con sus amigos. “Nos mandamos fotos chistosas haciendo carachos o selfies “, dice el adolescente.
Isabella Herrera (20) también utiliza esta red social y captura videos o fotos -que luego desaparecen- de una fiesta con sus amigas, cuando hace una comida o si está en su casa aburrida. “Me gusta porque se trata del momento, de comunicar lo que estás haciendo en ese mismo instante”, dice.
A diferencia de Facebook, donde tiene a sus familiares y otros 344 contactos, en Snapchat interactúa con un selecto grupo de ocho amigas y ella elige con quién comparte el contenido.
Esta red social es una de muchas aplicaciones llamadas “efímeras” que están popularizándose entre los más jóvenes. Con Snapchat se pueden mandar mensajes de texto, imágenes y videos que se autodestruyen en hasta 10 segundos sin dejar rastros en el aparato del receptor.
Según un estudio internacional de la consultora GlobalWebIndex, el 64% de los usuarios de Facebook de entre 16 y 19 años están usando con menos frecuencia la red social.
La misma investigación demostró la migración de los niños y adolescentes a otras aplicaciones. Snapchat es la que ha tenido mayor crecimiento en esos grupos. El 50% de los usuarios jóvenes en EE.UU. y Reino Unido usa esta red social.
De la mano de Snapchat, también han surgido otras del mismo carácter. Facebook lanzó en junio de este año Slingshot, la cual renovó la semana pasada con su versión 2.0. En esta, los contactos se siguen como en Twitter o Instagram, y se pueden ver sus fotos y videos en una cuadrícula a modo de muro.
Otra aplicación efímera que ha tenido éxito es Frankly Chat. Además de permitir personalizar los mensajes con emoticones, colores y dibujos, también avisa si alguien ha sacado una captura de pantalla, y permite crear un chat de grupo con perfiles anónimos.
“Lo que les gusta a los adolescentes de estas apps es la inmediatez, comparten una foto y tienen testigos en ese mismo momento”, dice Ana María Infante, directora de la fundación QuéVeo. En ese sentido, están permanentemente conectados.
Una de las características de los más jóvenes es que son multitarea: revisan su celular, ven la tele y estudian al mismo tiempo. “A los adolescentes hoy día no les gusta perder tiempo, son ansiosos y esa ansiedad hace que les guste recibir nuevas cosas siempre. Interactúan con la información de forma instantánea”, dice Sara Grandon, socióloga especializada en conducta digital de la agencia Cardumen.
Uno de los atractivos de las aplicaciones como Snapchat es que les permiten a los jóvenes controlar su privacidad, dice Oscar Jaramillo, académico de la Escuela de Periodismo de la U. Mayor. “Han visto las consecuencias de publicar todo en Facebook. Con estas apps ellos deciden a quién exactamente mandar sus mensajes”

 

Leer noticia original

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

AlphaOmega Captcha Classica  –  Enter Security Code